En Espíritu Gráfico, estamos comprometidos con la cultura, el entorno y la belleza de lo que nos rodea. Nos inspira el imaginario visual que da identidad a cada lugar, ya sea por su interés paisajístico, histórico o su arraigo emocional.
Desde hace años, radiografío el patrimonio urbano capturando aquello que me seduce por su personalidad única. Estos ejercicios no solo enriquecen mi biblioteca gráfica, sino que también me impulsan a buscar la síntesis entre forma y concepto, nutriendo cada proyecto diario con un enfoque más profundo.
Este proceso es parte de mi esencia, mi instinto gráfico. Es el germen creativo que guía mi trabajo y que también define a Espíritu Gráfico: un estudio cercano, natural y apasionado por preservar la memoria visual de nuestras ciudades.
Es espíritu gráfico, al natural.