La psicodelia bate sus alas. Conceptualmente, nuestra propuesta quiso extraer el elemento representativo de la eterna primavera y del movimiento hippie de los ’60, que más nos sugería «La psicodelia» e inundar pues, la fiesta carnavalera a toda la capital, cómo el espacio donde se desarrolla la gran fiesta: calles, barrios, playas y demás. De esta manera, no sólo era un Cartel del carnaval más, sino que además, ubicábamos geográficamente a nuestra ciudad.